El "Llano"

07.07.2012 16:10

 

HISTORIA DEL LLANERO

 

Para el venezolano actual, el "Llano" ha existido siempre, es decir, la noción de llaneridad está entrañablemente asociada a la nacionalidad y casi no puede concebirse ésta sin aquélla. Los símbolos a que se remite esta actitud están demasiado a la vista como para que pasen inadvertidos. No han dejado de manifestarse en las diferentes expresiones de la vida nacional, por lo menos desde principios del pasado siglo, especialmente en la literatura, y conservan hoy una vitalidad que invita a interrogarse sobre las circunstancias que han concurrido para asegurar esta suerte de omnipresencia de lo llanero en el ámbito global de la nación.

 

 

COSTUMBRES DEL HOMBRE LLANERO:


Este siempre se ha identificado con el caballo, porque uno y otro forman una sola naturaleza. Por tradición ha manejado ganados cerriles, se ha dedicado al cultivo de la sementera como medio de subsistencia, cosecha yuca y topocho que junto con la carne son la base de su dieta alimenticia.

El hombre llanero se caracteriza por ser experto nadador y navegante, hábil cazador y pescador, artesano de maderas duras y flexibles, constructor de la arquitectura del caney, vestuario de ropas ligeras, franelas y pantalones cortos llamados guayucos, usa cotizas, sombrero pelo de guama. El dormitorio es de chinchorro de moriche o de cumare.

• Entre sus hábitos alimenticios se destacan: Toma café cerrero a las 4 de la mañana y hace dos golpes en día ordinario, come queso y cuajada, es poco vegetariano, toma agua desde que se levanta.

Para el hombre nativo llanero su vida esta en su sabana infinita, en donde se identifica con sus garzas, garrapateros, alcaravanes. Posee gran conocimiento de los animales, sus enfermedades, conoce cada uno de los meses de su apareamiento y cría.

Es un fiestero innato, baila, canta y enamora, hace sus grandes parrandos, bebe y es tradicionalista en lo concerniente a celebrar fiestas como la Semana Santa, la fiesta del 29 de Agosto en honor a Santa Rita, el 3 de Mayo día de la Santa Cruz, la Navidad y el año Nuevo. Siempre se le oirá entonando coplas compuestas al amor perdido, a su caballo, a su sabana, cree en Dios, es supersticioso, bastante joven forma su hogar.

 

EN EL TRABAJO DE LLANO

 

proceso mediante el cual se recogía el ganado de las sabanas llevándolo a los corrales de “palo a pique”, para marcar los terneros orejanos, escoger los novillos y vacas viejas para la venta, y curar las reses enfermas o engusanadas–, se destaca un personaje muy curioso e interesante, el velador, que le canta, habla y silba al ganado durante la noche para evitar que se “barajuste” rompiendo los corrales y dispersándose por la sabana.

 Desde tiempos coloniales, estos llaneros se caracterizaron por su independencia de cualquier orden que no fuera el suyo. No en vano era zona de refugio para prófugos y aventureros con un pasado oscuro, así como para excluidos del régimen de castas. Ni siquiera después de la Independencia cesaron de concebir su tierra como una sola extensión fundamentalmente suya.